Los peligros de las bebidas lights
Una de las modas dietéticas es llevar a cabo la cruzada antiazúcar pero hay razones de peso que la justifican: el abuso en la alimentación occidental es una de las amenazas para la salud mejor contrastadas del momento.
La solución hoy en día que permite a muchas personas evitar las consecuencias del consumo de azúcar y no renunciar al sabor dulce, es el uso de los edulcorantes artificiales. No obstante, cada vez son más investigaciones las que ponen de manifiesto el riesgo que entraña tomar bebidas con edulcorantes.
Puede que te ahorran una media de 140 calorías en comparación con un refresco azucarado, aunque también hay estudios que lo asocian a un aumento de la grasa abdominal. Pero hay que añadir una nueva preocupación al debate: un nuevo estudio publicado en 'Stroke', perteneciente a la 'American Heart Association', asegura que existe una relación preocupante entre la demencia y el ataque cerebral con el consumo de edulcorantes.
Aquellos que beben refrescos 'light' tienen tres veces más de posibilidades de desarrollar una demencia o un ataque cerebral.-
La investigación ha descubierto que aquellos que beben este tipo de refrescos tienen tres veces más de posibilidades de desarrollar una demencia o un derrame cerebral (en concreto de tipo isquémico), en comparación con los que solo toman este tipo de bebidas una vez a la semana. Asimismo, eran casi tres veces más propensos a ser diagnosticados con alzheimer. Lo curioso es que no se ha encontrado ningún vínculo entre estas patologías tan nocivas y las bebidas azucaradas. Por tanto, la opción saludable puede no ser tan buena como pensabas.
Para llegar a esta conclusión se analizaron los factores de riesgo de alrededor de 4.300 participantes a lo largo de 10 años. El riesgo se mantuvo incluso cuando los investigadores ajustaron otros factores que podrían influir en la conclusión: la edad, el consumo calórico, la dieta, la actividad física o hábitos como fumar.
¿La razón? Los científicos apuntan a un importante mecanismo fisiológico: el consumo de edulcorantes está relacionado con la intolerancia a la glucosa (la incapacidad de las células para absorber azúcar en la sangre, lo que permite su acumulación), que puede allanar el camino para la diabetes. Y esta patología es un factor de riesgo conocido para desarrollar demencia.
Por esa razón, nos encontramos con un dilema: no está claro si estas bebidas contribuyen a la enfermedad o si los enfermos son más propensos a tomar bebidas con edulcorantes. Esta misma lógica se aplica a los riesgos de desarrollar problemas vasculares en el cerebro o una demencia. Existe una relación clara, pero no una causa directa.
"La investigación no muestra que las bebidas artificialmente endulzadas causen demencia, sino que destaca una asociación preocupante que requiere investigar más", señala para 'The Guardian' el doctor James Pickett, jefe de investigación de la Sociedad de Alzheimer.
"No te dejes engañar por el uso de la palabra 'light'.
Las bebidas dietéticas fueron ideadas por una industria que no deseaba otra cosa que calmar tus preocupaciones".
Tam Fry (Portavoz del Foro Nacional de la Obesidad)
Fuente: El Confidencial